lunes, 29 de septiembre de 2025

Ella

 Seguí los pasos entre la maleza bajo las estrellas de mi locura, mis oídos escuchaban una voz celestial cantando suavemente a la vez que atrayente, cada vocablo era un susurro alimentando la curiosidad. Mis pies yacían gélidos, pues el frío era tal, que los pensamientos temían transformarse en hielo, piel blanca como la nieve gritaba en punzadas de dolor, pero yo no buscaba otra cosa, más que la dueña de esa canción.


  Noté como el silencio de una mirada se posaba en la mía, allí nos encontramos, ella, belleza infinita de ojos brillantes, inundando con el verde de sus aguas el azul de mi cielo, sus cabellos, ondas que tapaban su imponente busto utilizado de señuelo.

Era tal el carmín de sus labios que ni pude resistir el deseo de avanzar hacia aquella dama que esperaba con brazos abiertos recibir mi ardimiento.


  Me introduje en el agua, en su búsqueda hasta tocar sus pulidas manos, nos hallamos, nos miramos y nuestros cuerpos se juntaron fundiendo mi alma, así fue como me hizo fenecer, sirena de melodiosas notas que sedujeron mi ser, arrancando mis adentros en un beso que me hizo estremecer.


"Elva Raven"

  Texto extraído del libro "fluir de conciencia"

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